Memento Mori es una de las frases más poderosas y esenciales de la filosofía estoica. Su significado literal es “Recuerda que vas a morir”, pero su mensaje va mucho más allá de la simple aceptación de la muerte. Esta frase era utilizada tanto por los emperadores romanos como por los gladiadores que entraban en combate, y su propósito era mantener presente la fragilidad y finitud de la vida.
La Ilusión de la Eternidad
Muchas veces vivimos como si fuéramos el retrato de Dorian Gray, la célebre obra de Oscar Wilde, donde el protagonista mantiene su juventud eterna mientras su retrato envejece por él. Actuamos como si el tiempo no nos afectara, como si fuéramos a durar para siempre, y postergamos decisiones, sentimientos y acciones bajo la falsa idea de que “mañana habrá tiempo”.
Pero, ¿y si no lo hay?
El Memento Mori nos recuerda que la vida no es infinita y que cada día que vivimos es un día menos en nuestro reloj.
Nos preocupamos demasiado por el futuro, generando océanos de ansiedad, o nos aferramos al pasado, sin darnos cuenta de que el tiempo sigue avanzando sin esperar a nadie. Y mientras estamos atrapados entre lo que fue y lo que será, olvidamos vivir lo que realmente tenemos: el presente.
La Muerte como un Incentivo para Actuar Bien
Los estoicos no veían el Memento Mori como una invitación a la tristeza o la desesperanza, sino como un gran incentivo para vivir correctamente. Para ellos, la certeza de la muerte no era algo que debía generar miedo, sino una razón para tomar mejores decisiones hoy.
Si entendemos que nuestro tiempo es limitado, entonces:
• No dejamos para mañana las disculpas que debemos pedir hoy.
• No postergamos el amor y el afecto por orgullo o miedo.
• No seguimos caminos que no nos hacen felices por miedo al cambio.
• No ignoramos a las personas que amamos, porque no sabemos cuánto tiempo más estarán con nosotros.
El Dolor de No Haber Corregido a Tiempo
Si alguna vez has visitado un cementerio, habrás visto a personas llorar no solo por la pérdida, sino también por las palabras que nunca dijeron, los abrazos que no dieron y las oportunidades que dejaron pasar.
No esperemos a que sea demasiado tarde. Cada día es una oportunidad para ser mejor, para corregir errores y para fortalecer nuestras relaciones.
Porque un día, sin previo aviso, la muerte tocará nuestra puerta, y ese será el fin de todo lo que conocemos. La vida seguirá su curso sin nosotros, y la mayoría de nuestros logros y posesiones quedarán en el olvido. Pero lo que sí puede trascender es el impacto que tuvimos en la vida de los demás.
La Trascendencia No Está en los Trofeos, Sino en las Vidas que Tocamos
Muchas veces pensamos en la trascendencia como la búsqueda de fama, poder o grandes conquistas. Queremos ser recordados como Napoleón o Alejandro Magno, pero la verdadera trascendencia no está en la grandeza externa, sino en las vidas que tocamos.
Nuestros trofeos e llenarán de polvo.
Nuestros nombres desaparecerán de la historia.
Pero las semillas que plantamos en la vida de los demás pueden seguir creciendo mucho después de que nos hayamos ido.
Como dice un viejo refrán:
“Un hombre sabio planta dátiles sabiendo que nunca comerá de ellos.”
No se trata de qué tanto tiempo vivamos, sino de cómo usamos ese tiempo para hacer el bien, para inspirar, para crear y para amar.
El Memento Mori no es una advertencia de muerte, sino un recordatorio de vida.
Muchísimas gracias Mauricio con las bellas enseñanzas que nos compartes, ellas son un claro ejemplo de la trascendencia en la vida.
Momento Mori es una frase que nos invita a vivir a plenitud el día a día, a aprovechar la vida, en armonía con el Creador y con su creación.
Excelente reflexión, excelente mensaje de motivación al cambio de actitud y de camino. Gracias